Entre brujas y café las letras no tardan en llegar.

Tenemos ya 10 semanas de estar conviviendo juntos, hemos pasado por nauseas, por sueños, por miedos, por lágrimas, por enojos, bueno hijo te ha tocado una madre muy acelerada, pero bueno tú no te quedas atrás, mira que venirme ahora con vómitos que sólo se calman con chile pikin, esto carece de lógica y me alegra que así sea, sé que tendrás tu carácter bien definido, lo supe cuando el médico me dijo, no señora (que extraño suena eso) no se haga muchas ilusiones pues su hijo está exageradamente pequeño, si en dos semanas no crece lo suficiente para que le encontremos el corazón quiere decir que no lo hará, lo supe porque le contesté, sr médico, mi hijo tiene una madre rebelde que hace las cosas a su tiempo, a su momento y no le gusta que la presionen, por lo tanto llevando mi hijo algunos de mis genes él sabrá cuando crecer, hará las cosas a su tiempo así que no lo presione. Así fue dos semanas después de verte por primera vez, sentí a esa cosa rara entrar por el lugar que tú saldrás y transmitir a una pantalla la clara imagen de un cacahuate, -¡Es un Cacahuate!- le grite al SR Médico, -pero que imaginación tiene señora-. Creo que eso dijo la verdad no importó pues te estaba viendo, dos pequeñas bolitas una menor que la otra y justo en la mayor un movimiento de tamborileo rápido, rápido, - Ve, le dije que lo haría a su tiempo. – Si ya me di cuenta, ¿quiere escucharlo?. No espero la respuesta la habitación se llenó de turumburum turumburum por todos lados. Que maravilla, dos corazones latiendo dentro de un único cuerpo, tú formándote, creciendo, sé que la próxima vez que nos veamos ya no serás un cacahuate, muero de ganas de conocerte, pero paso a paso, por ahora sólo te escribo algo que leerás cuando seas mayor, sólo quiero que sepas que nos espera una vida de complicidades, de juegos, pero sobre todo de mucho amor eres el producto de dos cuerpos que se unieron, dos cuerpos que se hicieron uno tal cual tú y yo ahora, y esos dos cuerpos, esas dos personas, tu papi y yo, nos amábamos con todas las fuerzas necesarias para lograr concebirte, ven sano, crece a tu tiempo, has las cosas a tu modo, ven completo a nosotros, que ya te esperamos inexpertamente para amarte más que a la misma vida. Gracias Zahorí por regalarme un hijo, gracias hijo por crecer dentro de mi. A los dos Los AMO.