Entre brujas y café las letras no tardan en llegar.

Aquí empieza el camino, escribir para descubrir el misterio, buscar entre los recuerdos para colgar un poco de imaginación.
Daré por iniciado esto tal vez con un montón de dudas, una redacción en automático las irá develando.

Estoy en suspenso, a la expectativa de los resultados médicos, y creo que nunca me había sentido tan sola en el camino, primero contaré que he tenido malestares que han preocupado a mi ginecólogo, antes creo debo aclarar que vivo un proceso de gestación, pues bien, partiendo de esto, al parecer deberé de llevar un embarazo monitoreado, esto claro siempre y cuando mi hijo haya decidido crecer de forma correcta para que el embarazo pueda continuar de no ser así habrá que interrumpirlo, ya le he dicho al médico que si el hijo sale como la madre será entonces un rebelde que crecerá a su tiempo, él medico ha sonreído al escuchar esto y me ha contestado: -si hay casos, pero ya veremos cual es el suyo, usted tranquila y la estaremos revisando-
Creo que debí mencionarle al médico que soy un huracán y que la tranquilidad no está entre mis características aunque posiblemente su respuesta habría sido una sonrisa. Con todo esto sí físicamente tranquila, flojita y cooperando, pero mi mente está que no para, y me digo esto no debería de ser así, debería de estar relajada dedicando mi tiempo a escribirle a mi futuro hijo y no pensando en si está vivo o no, en si crecerá o no, en que ya me dio un cólico fuerte que no desaparece o en que espero que no me vuelva la fiebre, o que la espalda me mata.
Debería de estar disfrutando de todo esto divirtiéndome, y no como estoy pensando en que en efecto algunos “amigos” han desaparecido al saber la noticia, han sido pocos a los que se los he confiado, puesto los he creído cercanos, buena sorpresa me he llevado al saber que no están ni estarán, carajo pareciera que les estuviera pidiendo que me mantengan al chamaco. Más ya alguien me lo ha dicho: - no te sorprendas si de pronto tu teléfono deja de sonar, o si dejas de ver rostros que antes eran comunes en tu vida, algunos de los que crees tus amigos ya no estarán pues ya no podrás cumplir con sus requerimientos. Primero pensé que todos tenemos nuestras obligaciones, y propias preocupaciones, pero después haciendo un recuento descubro que si bien cuando he tenido ocupaciones, preocupaciones, y otros iones he estado al primer llamado, es duro saber que no hay a quien decirle me siento mal, tengo miedo, estoy cansada. Y de verdad que estoy cansada. Mi Novio es otra cosa, él mismo lidia cada día con su carga de responsabilidad, aunque ya le he dicho que creo que es más evasión que otra cosa, intento comprender algunas de sus actitudes recientes, supongo que no es sencillo para él tampoco el ser padre de un momento a otro, si bien es deseado, se nos ha adelantado y cierto es que fue sorpresiva la noticia y nos encontramos con muchas cosas por hacer, y aún así me pregunta como me va, como me siento, si ya se ha portado bien y nada me duele, pero tres segundos después lo veo serio, preocupado, o sencillamente disperso. Y me preguntó realmente es así o son las hormonas que las siento hasta en los dedos las que me hacen ver las cosas aumentadas. Y ahora que lo pienso, no he vuelto a preguntarle a él como se siente. sólo le aviento todos mis malestares y pesares y me re contra enojo porque tiene que trabajar y no me acompañará al médico y porque me dice – hey por favor no te enojes que te hace daño-. Juró comprendo la situación pero no puedo evitar sentirme sola, y pensar esto no debería de ser así. Ahora me siento profundamente egoísta, cómo puedo estar pensando en todo esto antes de saber si mi hijo esta bien o no, pero no tengo ni jota de idea de que hacer para que las cosas tengan un resultado óptimo, en estos momentos sí me gustaría saber el futuro.