Señor Conejo Cacahuate...
3:36 | Author: brujilla de las letras diosa de la cafeína.
El señor conejo que vive en la Luna, cada noche miraba a la tierra con cierta nostalgia. -¿Qué se sentirá tener piernas y brazos?- le preguntaba a su madre-casa-Luna. –Es algo maravilloso, ya te he contado cuando fui humana-. Ambos suspiraban, uno con añoranza la otra con cierta tristeza.- Habrá forma madre-Luna de que yo pueda ser mortal?- cuestionaba el señor conejo. –La hay, contestaba la Luna, la hay- Entonces el señor conejo con una inmensa alegría observaba a los humanos con amor infinito mientras se repetía: -Algún Día. algún día.

El señor conejo había sido abandonado siglos atrás, cuando la tierra aún no era tierra, y la luna al verlo solito y al saberse sola, abrió sus entrañas para que el señor conejo entrara y así han sido fieles compañeros y grandes confidentes de toda la humanidad, pero el señor conejo deseaba ser amado como los hombres saben amar, deseaba más que nada ese contacto que causaba chispas invisibles cuando los amantes se reencontraban y se entregaban por completo, anhelaba que su corazón brillara como cuando los amigos se consuelan, pero sobre todas las cosas quería ser mecido entre los brazos de una mujer que cómo tantas veces había visto, fuera capaz de dar la vida por él.

La Madre-Luna, aún sin procrearlo sentía y escuchaba todos los pensamientos de su hijo-huésped el señor conejo, y como toda madre accedió a cumplir con sus deseos, pero antes de comunicarle habría de encontrar a la mujer que sería su próxima madre, mujer fértil, de alma fuerte y con poesía en su corazón para que mediante ella, la luna pudiera seguir escribiendo poesías para el señor conejo. Tardó muchos años, pues la mujer en cuestión fue encontrada, pero aún no era tiempo para que fuera madre. La Luna cambió sus fases, muto de vestidos hasta que llegó el momento en que aquella mujer escogida estuvo lista para tener en su vientre al producto de un gran amor.

La Madre- Luna, le contó entonces a su Hijo-Huésped lo que planeaba hacer: -Te he encontrado una madre en la tierra, ella aún no sabe que vendrás pero en ella encontrarás todo lo que deseabas dentro de mi tener, te he dicho que existía una forma de ser mortal, está es abriendo yo mis entrañas para que en forma de luz bajes hasta el vientre de tu nueva madre y seas por ella gestado por nueve meses mortales, serás tan sólo una semilla, una semilla que al paso de los días irán brotándole piernas y brazos, te nacerá un corazón que latirá muy rápido señalando que has logrado vivir, y con el tiempo aprenderás todas las funciones del cuerpo de los humanos, sentirás amor, dolor, alegrías, enojos, frustraciones, pero todo eso es parte de ese recorrido que se llama vida, estoy segura que te gustará.- Madre-Luna mía esto es lo más grande que has podido hacer por mí juró hablarte todas las noches cuando salgas al cielo a lucir tus galas, juró contarte sobre todos mis pasos y siempre pedirte consejos- Le contestó emocionado el señor conejo. – No Hijo mío, al momento en que salgas de mí no tendrás más conciencia, no recordarás haber estado dentro de mí, ni todas las historias que compartimos, este es parte del trato, serás un bebé que dependerá sólo de su madre, con el tiempo has de crecer y te convertirás en un niño y yo seré sólo un amuleto de buena suerte, o un juguete que te gustaría tener, más adelante, tal vez nos reencontremos, pero no podrás escucharme, aunque te prometo estar atenta siempre a tus pensamientos.- LE dijo la Luna consternada. – ¿Entonces madre-Luna, nunca nos volveremos a ver?. preguntó el señor conejo.-No mi querido compañero, pero dentro de mí cuando mi cuerpo esté completo podrás distinguir tu silueta, ese hueco que por tantos milenios ocupaste y que hasta el final de mis días llevará tu figura.

Mientras tanto en la tierra, un hombre y una mujer se entregaban ese amor que no condiciona, la electricidad en sus cuerpos invisible para sus ojos deslumbraba más allá de la atmosfera, la mujer cerró los ojos, el hombre le tocó el corazón el señor conejo bajó en forma de luz y como una semilla se metió en el vientre de ella, dentro de unos meses lucirá como la luna llena mientras adentro al señor conejo le salen brazos y piernas irá dejando una silueta cuando en forma de luz venga al mundo a cumplir con su mayor sueño: Ser Mortal…



Con amor Tú madre….
RE Yo.
14:30 | Author: brujilla de las letras diosa de la cafeína.
Le lloré a tantos amores, que olvidé llorarme a mi cada vez que me perdí, ahora le dedico un minuto de silencio aquella que fue, a aquella que entregó y que no supo pedir o que pidió sin entregar, a aquella que nunca fui. Le doy la bienvenida, a esta renovada versión que no es a prueba de errores, ni de dolores propios y ajenos, sino a está que se dedica a vivir sin temores, sin reservas, acompañada de un milagro que se forma con gotitas de alegría y con ríos de amor sin diluir. Doy vida, tal cual me la dieron a mi, una vida sin rencores y con muchos olvidos, hay un alma más que me pide sustento, tengo un corazón que me fue transplantado, soy alquimista de estos nuestros sueños, soy la hechicera de nuevos encuentros, soy una Reina que renace por ti….
hoy no existo
1:24 | Author: brujilla de las letras diosa de la cafeína.
Si me ven por la calle y
no me reconocen,
es que he dejado de existir.
Si hablando conmigo no encuentran mi sonrisa,
es que he dejado de existir
Si no reconocen más mis letras y
mi andar es taciturno,
es que he dejado de existir.
Si ya no hay concejos y
gratos momentos,
es que he dejado de existir.
Si no ven en mi rostro a la luna y
dejo de coleccionar plumajes,
es que he dejado de existir.
Si me llaman y no estoy,
si me buscan y no me ven,
es que he dejado de existir.
Es que se me ha muerto el amor,
es que ya no guardo esperanzas,
es simplemente que he dejado de existir.
...
0:52 | Author: brujilla de las letras diosa de la cafeína.
Cada día mi vientre crece más, mi cacahuate se desarrolla y crece, me gustaría decir que en completa paz, pero siento que no lo he ayudado mucho, tantos años y aún no aprendo a no sufrir por los que se van, hoy, estoy irremediablemente pesimista, mi madre me pide que sonría, no sé como explicarle que la sonrisa se me ha borrado del rostro, que no la encuentro, que debajo de mi cama tan sólo hay polvo, que en mis ojos sólo hay recuerdos, y duele, alguien hace poco me ha dicho: - No es que se falle, es sólo que es tanto el amor que se extraña. Creo que debo de empezar a aceptar que el amor no es parte de mi vida, ahora me siento como aquella canción del Juan Gabriel, yo no nací para amar, nadie nació para mi, que patético es haberle escrito toda mi vida, será que sólo se escribe sobre lo que se desconoce. Al menos hoy, creo que si; no te cierres me dicen: cómo les explico que ya no tengo nada más para dar, que el cachito sano de corazón que tengo es para mi hijo, que resultó ser débil aquella soberana de la que tanto leyeron, que de no ser por mi cacahuate hace ya mucho que me habría tomado unas vacaciones de la vida, ya no me sobran los motivos, sólo me queda uno, saberlo vivo, sano y feliz, y lo haré, juro que lo haré, juro que daré mi vida porqué él esté pleno, juro que lo enseñaré a mover montañas, lo enseñaré a treparlas, lo enseñaré a amar y a ser amado, estaré ahí, cuando sienta que no hay nadie, y me haré a un lado cuándo él quiera emprender el vuelo, juró que sus alas serán fuertes para que vuele tan alto como quiera, juró estar, por mi único motivo que eres tú, mi pequeño cacahuate.