Entre brujas y café las letras no tardan en llegar.

Se acercaban las seis de la tarde, hora prevista para nuestra cita con el médico, cinco treinta y cinco tu papá llegaba por nosotros y tomamos el camino hacia la revelación, antes de las 6 ya estábamos en el consultorio, subiamos esas escaleras infinitas y unos pocos escalones antes tu papi se detuvo, estoy nervioso me dijo y me abrazo con fuerza, respiramos, dimos el último salto y abrimos la puerta, sucedieron los procedimientos de rutina, ¿Cómo te has sentido, cuales han sido tus malestares? etc etc etc, después tomar la presión arterial, todo normal, pasamos entonces al cuarto contiguo, desabroché mi pantalón, me recosté en la cama, encendieron el televisor, tu papi te beso y después de unos minutos, ahí estabas, recostado sobre la placenta usándola como tu confortable almohada, bostezabas, al parecer te habíamos despertado por la emoción y las voces, la placenta bien, el líquido amniótico bien, esa es su cara, su craneo, esta una mano, el brazo, el estómago, el corazón, tiene los ojos abiertos dijo, este es el cristalino, este el cordón umbilical, y de pronto comenzaste a moverte emocionado, sentías mi placer, ese placer inexplicable de poder verte, de saberte completamente perfecto, pequeñito absolutamente formado e independiente, danzabas pleno dentro de mi, que escena más sublime, un éxtasis absoluto; Quieren saber el sexo?, siiiii, se escuchó al unísono y entonces levantaste una pierna y te cubriste, mira mira, dijo el médico se cubrió y no quiere bajarla, veremos si se distrae, y movió la cámara mágica y pudimos ver la planta de uno de tus pies con sus cinco dedos hermosos, y después comenzaste a mover los brazos en combate, cuidando, protegiéndote en esa intimidad que mereces, diste maroma tras maroma hasta que finalmente te pillamos, ES UN NIÑO, dijo el médico, y papá sonrío como pocas veces lo he visto y yo reí con él y tú sentiste esa dicha y te moviste con felicidad, es un niño, un niño perfecto y reclamante de su espacio. Ya lo habías dicho, es un niño rebelde, me dijo el médico, y sentí un tremendo Orgullo, Sí, es mi hijo, rebelde, soñador amado esperado perfecto, mi hombrecito mi pequeño hombrecito que ha venido a llenar no sólo mi vientre, sino mi vida completa, eres mi amor incondicional, mi amor eterno, la fuente de la vida eterna, la piedra filosofal, eres aquel que nadando en las aguas del Leteo a salido triunfante, igual que Hércules Venció a la misma muerte, eres el universo encarnado, eres mi hijo y deseo tanto abrazarte conocerte, tocarte. Aquí te esperamos mi amor, aquí afuera habrá una vida hermosa y dichosa que te abrazará y te dará felicidad, aquí mi amor seguirás soñando y rebelándote, aquí tendrás tu espacio y tu tiempo para que crezcas como decidas crecer. Aquí estamos tu papi y yo amándote con toda nuestra existencia.