Entre brujas y café las letras no tardan en llegar.

Ha sido la primera noche fría del año, se ha pronosticado un invierno atroz, ¿Será que volverá a nevar en Guadalajara?. Debo confesar que está época me encanta, desempolvar los abrigos de lana, las botas altas, las mallas, los gorros y guantes, salir abrazándote, tomar chocolate caliente, cierto es que suelo deprimirme el doble, pero vale la pena, pues el frío te invita a contemplar y mi creatividad se desborda. Este invierno es diferente, por primera vez en muchos años me entusiasma la navidad, recuerdo aún el año pasado cuando brindaba y decía este año será diferente, ciertamente lo es, que mejor despedida que saber que el próximo año tendré en mis brazos una pequeña persona, a una gran vida que verá el mundo justo cuando el sol brilla con todo su poder y las nubes empiezan a cargarse de penas, sí, me emocionan estas fechas por primera vez tal vez desde que era niña y mi abuela me escondía las juguetes por toda la casa, que nostalgia su casa, con aquel ático que me encantaba, con infinidad de cuartos para esconderme, y un jardín que se llenaba de nieve, cierto lejos de mi ciudad pero cerca de mi familia, con don Erick que cada tarde me enseñaba a decir: hi my name is Lizette, i´m from méxico city, lástima que murió tan joven, que divertido era ganarme mis cinco dolares por recoger las charolas de las mesas y llenar paquetitos con salsas para los burritos, no puede negar que fui su mejor socia, pues según él cuando yo creciera me daría la mitad del Taco Mío, recuerdo que todos le decían avaro, por fortuna nunca lo fue conmigo, hasta poco antes de que muriera tuve cada navidad un obsequio suyo, tal vez él fue mi Gigante Egoísta.
Fueron grandes tiempos, ahora me toca crearle grandes memorias a mi cacahuate, hacer que disfrute de estas fechas no por los obsequios, sino por lo que significa Hermandad, Unión y Familia.
Te amo mi Cacahuate, juntos seremos, rectifico, juntos somos invencibles.